Y después de Britney, Rihanna, Nicky Minaj y Madonna empezaba a sonar el famosísimo popurri de las Pandora. Era la señal de que la fiesta estaba terminando. Los más sedientos corrían a comprar los últimos tragos y casi la totalidad de las personas que a esa hora se encontraban tomaban posición en la pista de baile.
Los que trabajábamos ahí nos alegrábamos de que la noche ya estuviera acabando y estoy segura que todos cantaban en su mente la letra de la canción, otros, como yo, la cantábamos a viva voz, como el resto de los bailarines en la pista, que a esas horas no tenían el mismo glamour que al inicio de la fiesta. Algunos sí, pero eran los que no lo pasaban tan bien, de eso estoy segura.
Entonces cantaban y se tambaleaban y luego emocionados y todos a coro “este caso en realidad es de vida o muerte, necesito un buen amor urgentemente, ay, quitenme esta soledaaaaaaad” y comenzaba el desorden en la pista. Muchos movían brazos como imitando a las gallinas, otros se paseaban con ritmo por la pista. Con caras llenas de expresión. La gracia era cantarle al amigo, porque no tiene gracia cantarla sin emoción y sin la intención de estarle cantando a alguien. Pronto una de las frases favoritas de los bailarines “pero tú me abandonaste por ser pobre” y el encantador extra “¡¡paaavreee!!” Con movimiento de tronco incluido, que más de alguna vez tuvo accidentes como cabezazos o graciosas caídas por la intensidad; “te casaste con una vieja que es muy rica”…
“Después, después yo te olvidé y te perdoné y no puedo hacer ya nada por ti, ya nada por ti, ya nada por tiiiiiii” y subir de tono miercale “queridaaaaa” debo confesar que un par de veces sentí escalofríos, no sé si por la emoción o lo creepy del momento, pero siempre me hacía sonreír. El dj incluso bajaba la música para que el momento fuera más intenso y se escuchara el coro de todos los presentes.
Y cuando pensaba que eso era todo, empezaba el falsete con todo: “dime cuando tú, dime cuando tú, dime cuando tú vas a volver, ah ah” y por supuesto que el 90 por ciento eran hombres así que el espectáculo era maravilloso, si hasta yo tenía que hacer falsete para alcanzar el tono!
“Tú…” Y el famoso pasito de meneo, donde era un requerimiento básico ponerse en fila con los amigos, para hacerlo correctamente y en lo posible con coordinación.
Luego palmas descoordinadas y de nuevo cambio de posiciones. Algunos zapateaban como bailando cueca, y eso también era un plus gracioso para mis ojos.
Personalmente la canción del popurrí que más me gusta y si quieren se la saltan en mi texto o la cantan conmigo:
“Me nace del corazón decirle que usted es mi vida, que no se vivir sin usted, que no se vivir sin usted disculpe que se lo diga, pero es que no aguanto más, este amor me calcina, me nace del corazón el corazón me domina”…
“De usted me he enamorado, quiero decirle mil cosas que no hace poquito tiempo sintiendo estoy por usted, quiero beber de su labio el agua de amor divina, tomarlo de beso en beso, me estoy muriendo de sed”
“Quiero sentir de sus besos, sus manos que me acarician, quiero comprobar que vivo, no quiero morir de amor”
“Hasta que escuche su boca decir que me quiere mucho, que este amor que usted sienteeeeee…”
Y el gran final emblemático “me nace del corazooooón” todos a coro, los más entusiastas con ambas manos arriba y estirados para sacar más voz.
El gran final que coronaba muchas noches en club miel, que recuerdo con gran cariño. Hasta extraño los piropos de los gays más aduladores desde mi trono en la caja.
Son incontables las veces que esta canción finalizó la fiesta, pero después de todo el estrés en los años mozos del club cuando estaba suficientemente lleno, yo era feliz al escuchar que empezaba esta canción.
Miraba el video, a la gente bailando, a los barman ordenando las barras, a los guardias irguiendo la espalda para hacer su último trabajo (echar a la gente) al dueño con cara de sueño y ganas de irse, a los djs felices por haber hecho bailar a la gente y la gente del aseo barriendo imprudentemente entre la gente. Yo sentada y fumando mi último cigarro, feliz de decir a los que iban a comprar que la caja ya estaba cerrada. Poco me faltaba para sacarles la lengua
Se abrían las puertas, todos salían, aunque algunos con más dificultad. “Se cerraba el telón”.
Su última fiesta fue el 05 de enero de 2014… Yo trabajé en el lugar por 6 años cada fin de semana y dos años más de manera intermitente.
Era una disco “alternativa” con todas sus letras. Realmente toda la diversidad era bienvenida… En silla de ruedas, sordos, mudos, tartamudos. Gays, lesbianas, heterosexuales, jóvenes, viejos y hasta con enanismo.
Le llamábamos cariñosamente “La Disco de los Feos”.
Siempre recuerdo con cariño haber sido parte, pieza importante y hasta primera dama, en “Club Miel”.
Sitio hecho por